Defendiendo el petróleo con sollozos.

En los últimos meses hemos, en Morena,  comenzado a solicitar a toda la ciudadanía firmas y firmas para solicitar una consulta popular al senado que sea aplicada mediante el Instituto Nacional Electoral. No me quejo de la idea, de hecho  pese a la pasividad de ésta, no es una mala idea. No obstante me parece totalmente negativo y hasta perjudicial para Morena, pensar que es la única posibilidad que tenemos, sobre todo en tiempos tan convulsos políticamente.

Somos un movimiento-partido, al menos eso señalan nuestros estatutos y nuestra declaración de principios, eso significa que tendremos tareas institucionales, también significa que tendremos tareas electorales. Yo no estoy, de ninguna manera en contra de ello, sino que estoy totalmente en contra de que dichas tareas se vuelvan la única actividad encargada a realizar.

Nuevamente tenemos un plan de acción totalmente desarticulado, se nos pide recabar firmas y firmas en lugar de apostar por realizar movilizaciones que aunque no sean masivas bien pueden representar la solidaridad con otros movimientos, en todo caso lo correcto sería combinar ambas. Mientras amplia parte de la militancia de Morena está admirando al PODEMOS español y su avance en el parlamento europeo, su conformación como movimiento-partido y sus alcances políticos nosotros sólo estamos pidiendo firmas.

Es verdaderamente triste, sobre todo cuando se vuelve un circo para la presunción y la pedantería de muchos. En Morena no buscamos quién puede juntar más nombres, esos errores ya los tuvimos en 2012, no hay que repetirlos más porque esos errores nos vuelven totalmente sedentarios y cerrados en nuestros planes de acción. Vuelvo a repetir: no es que esté mal recabar firmas, es que no es lo único.

Corremos en contra de la apatía de amplios sectores de jóvenes y trabajadores, debería solicitarse a toda la militancia de Morena o al menos a una amplia parte de nosotros que nos avoquemos a solidarizarnos con causas actuales y creáramos una coyuntura desde abajo en lugar de pedirnos que recabemos firmas, tras firmas, tras firmas. Sobre todo cuando ello se vuelve un show para muchos. Cualquiera puede recabar firmas, es más… ni se necesita ser de izquierda para ello. Aquí hay que definirnos bien.

Ahora bien, si algo me gusta del nuevo panorama es que hay mucha militancia que ha despertado y está buscando otras alternativas. Inclusive AMLO ha retomado un discurso más similar al de 2006, lo cual me parece totalmente positivo tomando en cuenta que AMLO es el jale político y la convocatoria a nivel nacional de Morena (ojo: no estoy diciendo que sea lo único que tenemos).

Diría para finalizar que estos momentos tan cercanos a las elecciones de 2015 deberían ser para definirnos y no para hacer show y vendernos como un producto. El marketing político es bueno para vender productos como candidatos prefabricados y cargaportafolios de plástico que son muy buenos para llenar papelitos y salir en fotos pero en Morena no deberíamos pretender eso,  eso es más de lo mismo. En Morena debemos ser ápices de la lucha del pueblo.

2 comentarios

  1. Eduardo Gandur · · Responder

    La colecta de firmas, inocente e insuficiente como tú la ves, pretende mucho más de lo que aparenta.

    Debido a la desconfianza de la gente en los partidos sería difícil tocar puerta por puerta buscando vinculación entre organizaciones sociales y Morena, salvo que existiera un buen pretexto para hacerlo.

    ¿Qué tema podría entonces ser de importancia nacional para crear un frente común que aglutine a diferentes colectivos?
    La privatización del petróleo, ¿no?

    ¿No te parece que la colecta es el pretexto perfecto entonces?

    Hay mucho marxismo contenido en Morena. Si quieres eufemísticamente, pero ahí está, y por obviedad nuestro plan de acción no va a decir que trabajemos en la construcción de un frente amplio a través de la colecta de firmas. Eso es algo que el estudio y la práctica nos harán entender.

    Y te diré otra cosa, a título personalísimo. Yo sé que juntaremos las firmas necesarias y aún así el tribunal rechazará nuestra demanda, alegando e inventando cualquier estupidez. Los 11 magistrados votarán en contra y nada podremos hacer. Pero eso no es lo que importa. En el proceso de colecta habremos conocido muchas personas, se harán afiliaciones, se fundarán comités de base, se crearán vínculos con organizaciones y se fomentarán alianzas para la lucha social. Y, encima de todo, habremos agotado un recurso jurídico, para que el día que hagamos un paro nacional, una revuelta o que el pueblo se levante violentamente nadie pueda decirnos que «hay otras maneras de hacer las cosas», que «primero deberíamos intentarlo de forma pacífica» o que «somos unos violentos».

    No hay que subestimar el alcance del partido, porque te recuerdo que marxistas como tú y yo estamos trabajando por él, no porque Morena tenga la verdad universal, sino porque su teoría demuestra ser acertada en nuestra práctica y en nuestra lucha.

    Leer «Contra el culto a los libros», de Mao Tse Tung.

    1. Saulo Aguilar Bernés · · Responder

      No digo que no se pueda aprovechar. Estoy consciente de lo mismo, camarada. Pero se debería estar planteando desde ahora lo siguiente en caso de que se los rechace. Eso es lo que quiero decir: ir más allá con el análisis.

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